Huele a humo, a llamas sobre las ascuas, suenan entre las risas de los chiquillos, estruendos de petardos, un intenso aroma a salitre y a azufre impregna el ambiente, que es festivo y jocoso, algunos saltan sin pensarlo por encima del fuego, otros saltan olas, hasta un total de siete, queriendo llamar a la suerte, y pedirle a la luna que les traiga el amor, a otros se lo trajo ya, y se besan entre las sombras abrazados y húmedos sus cuerpos, ardientes del deseo que despierta en ellos la mágica noche de San Juan que acaba de empezar...
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